El orégano silvestre, también conocido como Origanum vulgare, es una planta medicinal de aroma fuerte y sabor intenso que ha sido valorada por siglos gracias a sus propiedades curativas. Aunque muchas personas lo conocen solo como condimento de cocina, esta planta posee un enorme potencial como remedio natural, especialmente para apoyar la salud del hígado, uno de los órganos más importantes del cuerpo humano.
El hígado cumple funciones vitales: filtra la sangre, procesa los nutrientes, elimina toxinas y produce bilis para digerir las grasas. Sin embargo, el estrés, la alimentación desequilibrada, el consumo de medicamentos o alcohol y la exposición a toxinas ambientales pueden sobrecargarlo. Cuando esto ocurre, el cuerpo comienza a presentar señales como fatiga, digestión lenta, inflamación abdominal, mal aliento, problemas en la piel o cambios en el estado de ánimo.
Una forma natural de apoyar la función hepática es mediante el consumo regular de una infusión de orégano silvestre. Este remedio casero no solo ayuda a depurar el hígado, sino que aporta beneficios para todo el organismo. A continuación, te explicamos cómo prepararlo, cuáles son sus beneficios y qué precauciones debes tener en cuenta.
¿Qué hace al orégano silvestre tan especial?
El orégano silvestre contiene una alta concentración de compuestos bioactivos como:
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Carvacrol y timol: dos potentes antioxidantes y antimicrobianos naturales.
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Aceites esenciales: que ayudan a combatir bacterias, hongos y virus.
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Flavonoides: que protegen las células del daño oxidativo.
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Vitaminas y minerales: como hierro, calcio, vitamina K y manganeso.
Estos elementos actúan en conjunto para fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión, combatir infecciones y, por supuesto, favorecer el buen funcionamiento del hígado.
Receta: Infusión de orégano silvestre para el hígado