8. Lubrica articulaciones y músculos
El agua es un componente clave del líquido sinovial que lubrica las articulaciones.
También ayuda a mantener los músculos funcionando correctamente y previene calambres.
Para quienes practican actividad física, una buena hidratación mejora el rendimiento y reduce el riesgo de lesiones.
9. Fortalece el sistema inmunológico
Un cuerpo hidratado funciona de forma más eficiente en todos sus sistemas, incluido el inmune.
El agua ayuda a transportar nutrientes esenciales, elimina toxinas y mantiene las mucosas (como las nasales) en condiciones óptimas para defenderse de virus y bacterias.
10. Evita la retención de líquidos
Puede parecer contradictorio, pero cuando el cuerpo no recibe suficiente agua, tiende a retenerla como mecanismo de defensa.
Al beber más agua, ayudás a eliminar el exceso de sodio y a mantener el equilibrio de fluidos, reduciendo la hinchazón y mejorando la sensación de ligereza.
Beber agua no es solo una recomendación, es una necesidad diaria para mantener el cuerpo funcionando de manera adecuada.
Se aconseja un mínimo de 2 litros por día, aunque la cantidad exacta puede variar según la edad, la actividad física y el clima.
Escuchá a tu cuerpo, tené siempre una botella a mano, y hacé del agua una aliada indispensable para tu bienestar.
 
					