Una manera sencilla de nutrir las plantas y favorecer su crecimiento es utilizar cáscaras y rodajas de banana.
Solo tenés que cortarlas en trozos pequeños y colocarlas en la tierra de la maceta.
La banana aporta potasio, fósforo y calcio, nutrientes esenciales para fortalecer las raíces y mantener las hojas verdes y saludables.
Además, ayuda a que florezcan con más fuerza y se mantengan radiantes todo el año.