Una vez lista, podés empezar a modelar tus piezas. Extendela con un rodillo si querés hacer placas finas o usá moldes y cortantes para figuras más detalladas.
Dejá secar las piezas a temperatura ambiente entre 24 y 48 horas, según el grosor. No las pongas al sol directo porque se pueden agrietar.
Consejos:
Para un acabado liso, podés mojarte los dedos con agua y alisar la superficie de la pieza mientras aún está fresca.
Si vas a pintar la pieza luego, esperá a que esté completamente seca. Podés usar pintura acrílica o a la tiza.
Las herramientas de repostería o modelado de plastilina funcionan muy bien para detalles pequeños.
Si querés dar textura, usá elementos como esponjas, cepillos o sellos sobre la superficie húmeda.
Si te sobró pasta, podés guardarla bien envuelta en film dentro de un recipiente hermético en la heladera. Se conserva por 2 a 3 días. Antes de reutilizarla, dejala a temperatura ambiente y amasá un poco para que recupere su elasticidad.
Una manualidad fácil, creativa y con muchos usos.
Animate a probar esta técnica casera que imita al cemento y logrará que tus decoraciones tengan un toque artesanal único.