Pasado el tiempo de remojo de las tapiocas se cuelan en un cedazo (el agua donde fueron hidratadas se tira) y se echan a la leche hirviendo, bajar el fuego y sin dejar de menear cuando las tapiocas se hayan tornado transparentes se apague el fuego y se tapa la olla donde se cocinaron las tapiocas.

Ahí se dejan reposar durante 5 horas para que la tapioca se hidrate y triplique su volúmen.

Cada 10 minutos o 20 minutos tienes que ir a menear la ollita donde se cocinaron las tapiocas para que no se peguen las bolitas entre ellas.

Este postre lo puedes disfrutar frío o caliente y una sugerencia es que le puedes poner trocitos de fruta de tu preferencia.

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