El tabaco es una de las mayores amenazas para el corazón. Toma medidas graduales para dejarlo, busca alternativas útiles y apóyate en una red de apoyo. Cada día sin fumar es un paso hacia un corazón más fuerte.

4. Controla tus niveles de estrés
El estrés crónico somete a presión silenciosamente tu corazón. Prueba rutinas sencillas y relajantes como respiración profunda, meditación, paseos por la naturaleza o pasatiempos creativos para relajarte y recargar energías. Descubre qué te tranquiliza y conviértelo en un hábito.

5. Visita a tu médico regularmente
Los chequeos de rutina, que incluyen controlar la presión arterial, el colesterol o realizarte un electrocardiograma cuando sea necesario, te ayudan a mantenerte informado y proactivo sobre la salud de tu corazón.

 

En conclusión

 

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