En algunos casos, un nivel alto de azúcar en sangre puede provocar una pérdida de peso inexplicable. Cuando el cuerpo no puede utilizar la glucosa como energía, puede comenzar a descomponer la grasa y los músculos como combustible, lo que resulta en pérdida de peso.
9. Entumecimiento u hormigueo
El daño nervioso, conocido como neuropatía, puede ocurrir con niveles altos de azúcar en sangre prolongados. Esto puede provocar sensaciones de entumecimiento u hormigueo, especialmente en las manos y los pies.
10. Aumento del hambre
A pesar de comer, las personas con niveles altos de azúcar en sangre pueden experimentar un aumento del hambre, conocido como polifagia. Esto ocurre cuando el cuerpo no puede utilizar adecuadamente la glucosa como energía, lo que provoca una sensación persistente de hambre.
11. Infecciones de la piel
Los niveles altos de azúcar en sangre pueden aumentar el riesgo de infecciones de la piel, especialmente en zonas propensas a la humedad, como las axilas y las ingles. Los niveles elevados de glucosa crean un entorno propicio para el crecimiento bacteriano.
12. Cambios de humor
Las fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre pueden afectar el estado de ánimo y el bienestar emocional. Las personas pueden experimentar irritabilidad, ansiedad o depresión como resultado de niveles inestables de glucosa.
