🍰 Consumir bocadillos azucarados o pesados a altas horas de la noche
Esa galleta o ese tazón de helado a medianoche pueden parecer un capricho, pero arruinan el sueño. Comer alimentos azucarados o grasosos cerca de la hora de dormir eleva el nivel de azúcar en la sangre, obliga al sistema digestivo a trabajar de más y puede provocar reflujo ácido o indigestión. Estas interrupciones impiden alcanzar las fases de sueño profundo, dejándote cansado y aletargado al día siguiente. Con el tiempo, este hábito también puede contribuir al aumento de peso y a problemas metabólicos.
Solución para esta noche : Deja de comer 2 o 3 horas antes de acostarte para que tu cuerpo tenga tiempo de digerir. Si tienes hambre, elige refrigerios que te ayuden a dormir, como un plátano pequeño (rico en potasio y magnesio para relajar los músculos), un puñado de almendras o una taza de té de manzanilla caliente, que tiene propiedades calmantes naturales. Estas opciones estabilizan el azúcar en la sangre y promueven el descanso sin sobrecargar el organismo.

💊 Depender demasiado de los medicamentos para dormir