Hoy, millones de personas viven con marcapasos permanentes. Estos dispositivos son verdaderos salvavidas, permitiendo que quienes padecen bradicardia u otros trastornos del ritmo puedan llevar una vida activa.
El desarrollo de un marcapasos temporal, biodegradable y controlado por luz podría suponer una revolución médica. Podría significar:
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Menos cirugías invasivas.
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Dispositivos personalizados que solo funcionen el tiempo necesario.
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Reducción de costos hospitalarios.
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Mayor accesibilidad para pacientes en regiones con recursos limitados.
En definitiva, lo que comenzó hace más de 60 años con un dispositivo rudimentario hoy se proyecta hacia el futuro con tecnología futurista que combina biomedicina, nanotecnología y materiales inteligentes.
La historia del marcapasos refleja no solo el avance de la ciencia, sino también la creatividad y la perseverancia del ser humano en su búsqueda por salvar vidas.
