El limón es rico en vitamina C, un potente antioxidante que fortalece el sistema inmunitario. El jengibre también contribuye a la defensa del organismo contra enfermedades gracias a sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias naturales.
3. Mejora la digestión
El jengibre es ampliamente reconocido por sus beneficios digestivos, especialmente para reducir la hinchazón y aliviar las náuseas. Combinado con la menta, ayuda a calmar el tracto digestivo y promueve una digestión más fluida a lo largo del día.
4. Reduce la inflamación y el dolor.
Tanto el jengibre como la menta contienen agentes antiinflamatorios que pueden ayudar a aliviar el dolor muscular, la rigidez de las articulaciones y la inflamación general del cuerpo.
5. Mejora la salud de la piel
El limón y el pepino son ricos en antioxidantes y elementos hidratantes que combaten los radicales libres, iluminan la piel y mejoran la elasticidad, dándole un brillo natural.