- Limpieza adecuada: Solo limpia el oído externo con una toalla; evita introducir objetos.
- Protección auditiva: Usa tapones en ambientes ruidosos.
- Alimentación rica en:
- Omega-3 (pescados, nueces).
- Antioxidantes (frutos rojos, té verde).
- Magnesio (espinacas, almendras).
- Ejercicios de estimulación auditiva: Practica la localización de sonidos y la discriminación de tonos.
Conclusión
Mientras que algunas gotas caseras pueden ser útiles para aliviar molestias leves y ayudar en la acumulación de cera, es fundamental recordar que los problemas auditivos significativos requieren una evaluación y un tratamiento profesional. La salud auditiva es extremadamente valiosa y no debe dejarse al azar con remedios no probados.