Sin embargo, estudios recientes advierten sobre los picos de azúcar en sangre que esta fruta dulce y aparentemente inofensiva puede provocar, a veces incluso mayores que los inducidos por el azúcar blanco. ¿
Por qué? Porque contiene muy poca fibra y prácticamente nada de grasas ni proteínas, elementos que generalmente ralentizan la absorción del azúcar. En consecuencia, una vez en la boca, sus azúcares (glucosa y fructosa) se absorben muy rápidamente, acelerando el metabolismo, sobre todo en personas mayores de 50 años o con sensibilidad a la insulina.