
En el enchufe hay dos orificios redondos cuya utilización mágica es poco conocida.
Usamos enchufes todos los días, pero muy pocos se detienen a observar sus detalles.
Uno de esos detalles curiosos —que pasa desapercibido para la mayoría— son los pequeños agujeros redondos que tienen las patas metálicas de los enchufes con clavija plana.
Aunque puedan parecer un simple diseño estético, lo cierto es que tienen funciones específicas y muy importantes para la seguridad y eficiencia del uso .
A continuación, te contamos por qué existen estos orificios y qué beneficios tienen en la vida cotidiana.
¿Para qué sirven los agujeritos en las patas del enchufe?
Estos orificios no son un adorno ni una simple coincidencia de diseño.
Fueron pensados con un propósito técnico que aporta tanto seguridad como funcionalidad. Estas son las razones más importantes:
Mejoran el agarre y la firmeza
Algunos enchufes están diseñados con pequeñas trabas metálicas internas que encajan en esos orificios.
Esto permite que el enchufe quede bien ajustado dentro del tomacorriente, evitando que se salga solo o que se mueva con facilidad.
En casas antiguas con tomas algo flojas, esta diferencia se nota mucho.
Garantizan un contacto eléctrico más eficiente
El diseño ayuda a que las placas metálicas internas del enchufe hagan un contacto más parejo y firme con las patas.
Esto mejora el paso de corriente y reduce las posibilidades de fallas, como microcortes o chispazos, que pueden dañar los equipos.