Algunas tendencias de belleza no desaparecen, pase el tiempo. Una que sigue resurgiendo es el “hueco entre los muslos”, ese codiciado espacio entre los muslos al estar de pie. Pero ¿por qué esta característica en particular sigue siendo tan deseable, sobre todo cuando simplemente está fuera del alcance de la mayoría de las personas? Aquí está la sorprendente realidad: tiene poco que ver con el ejercicio o la determinación.
El hueco entre los muslos: un mito persistente
Gracias al auge de las redes sociales, ciertos estándares de apariencia se han vuelto extremadamente exagerados. El espacio entre los muslos es un claro ejemplo, a menudo promocionado como la máxima señal de delgadez. Desde retos virales en TikTok hasta innumerables publicaciones en Instagram con “consejos” para lograrlo, el mensaje parece ser: todos deberían querer un espacio entre los muslos, y cualquiera puede conseguirlo si se esfuerza lo suficiente.
¿Pero es realmente así?
Todo está en tus huesos, no en tus entrenamientos
La forma de tus muslos, y si aparece un espacio entre ellos, está determinada casi por completo por tu anatomía única. Nos referimos a factores como la anchura de la pelvis, el ángulo del fémur y la inserción de los músculos. Estos rasgos están determinados por tu genética y tu esqueleto, no por tu dedicación al gimnasio ni por tu alimentación.
⏬️⏬️ continúa en la página siguiente ⏬️⏬️