Introducción
Te alimentas bien y te mantienes activo, pero la báscula sigue sin moverse. ¿Te suena familiar? El problema podría no estar en tus hábitos diurnos, sino en lo que haces por la noche. Aunque no lo creas, tu rutina nocturna podría estar contribuyendo silenciosamente a que subas de peso mientras duermes.
Descubramos 14 hábitos nocturnos comunes que pueden estar interfiriendo con tus objetivos de pérdida de grasa, y cómo solucionarlos a partir de esta misma noche.
1. Comer bocadillos demasiado tarde por la noche
Comer justo antes de acostarse, especialmente snacks poco saludables, puede provocar acumulación de grasa, ya que el cuerpo se ralentiza por la noche y almacena las calorías no utilizadas.
Solución: Deja de comer 2-3 horas antes de acostarte. Si tienes hambre, elige algo ligero y saludable como yogur o un plátano.
2. Saltarse la cena o comer muy poco
Irse a la cama con hambre puede parecer un atajo para perder peso, pero puede provocar que el cuerpo conserve grasa en lugar de quemarla.
Solución: Consuma una cena equilibrada con proteínas, fibra y grasas saludables para mantener su metabolismo estable.
3. Consumir alcohol por la noche