Dormir es una de las funciones más importantes del cuerpo, ya que permite que los órganos se regeneren, el cerebro se recupere y el sistema inmunológico se fortalezca. Sin embargo, la posición en la que dormimos puede influir de manera significativa en la calidad del descanso y en nuestra salud general. Entre todas las posturas posibles, dormir sobre el lado izquierdo ha demostrado ser una de las más beneficiosas para el cuerpo y la mente.
Una de las principales razones para adoptar esta posición es su impacto positivo en el sistema digestivo. El estómago y el páncreas se ubican naturalmente del lado izquierdo del cuerpo, por lo que dormir de ese lado facilita la digestión y el flujo de los jugos gástricos. Además, esta posición ayuda a evitar el reflujo ácido, una molestia común que ocurre cuando el ácido del estómago sube hacia el esófago. Dormir sobre el lado izquierdo permite que la gravedad trabaje a favor del sistema digestivo, favoreciendo una mejor asimilación de los alimentos.