Agua caliente y jabón: Cómo cuidar la piel madura
Ducharse es una experiencia alegre, revitalizante, casi formal. Pero cuando el agua está demasiado caliente y los productos demasiado duros, eliminamos algo más que suciedad: también dañamos la película protectora natural de la piel.
En personas mayores de 65 años, esto provoca enrojecimiento, tirantez, picor e incluso infecciones leves. Además, ducharse con demasiada frecuencia desequilibra el microbioma de la piel, la flora invisible que ayuda a combatir los microbios.
La frecuencia ideal: 2 o 3 duchas por semana