Este sistema se creó en la década de 1980 en Australia, durante un período de sequía severa. El objetivo era obvio: ahorrar agua en una de las actividades domésticas que más la consumen. Desde entonces, la idea se ha extendido por todo el mundo y se ha convertido en un elemento básico de la construcción sostenible. Hoy en día, este modelo es común tanto en baños residenciales como públicos. ¿Cuánta agua puedes ahorrar?
Puede parecer poco por uso, pero al final del mes (y del año), la diferencia es enorme. Se estima que un inodoro de doble descarga puede ahorrar hasta 20.000 litros de agua al año por hogar. Además de la preservación del medio ambiente, esto también supone una reducción considerable en la factura del agua.