Instrucciones
1. Prepara las verduras
Ralla las zanahorias y las chirivías. Si usas calabacín, colócalo en un paño limpio y exprime bien el exceso de agua.
Pica finamente la cebolla y cualquier otro vegetal adicional. Este paso es clave para lograr buñuelos bien crujientes.
2. Mezcla los ingredientes
En un bol grande, combina las verduras ralladas, la cebolla, el perejil y el queso rallado.
En otro recipiente, mezcla los ingredientes secos: harina de trigo, harina de maíz, levadura química, sal, pimienta negra, almendra en polvo y especias al gusto.
Bate los huevos junto con la leche y agrégalos a la mezcla de verduras y queso.
Incorpora poco a poco los ingredientes secos hasta obtener una masa homogénea. Si queda muy espesa, añade un chorrito más de leche.
3. Fríe los buñuelos
Calienta ¼ de taza de aceite vegetal en una sartén amplia.
Con una cuchara, forma pequeñas porciones de masa y colócalas cuidadosamente en el aceite caliente.
Fríe cada buñuelo durante 3-4 minutos por lado, o hasta que estén dorados y crujientes.
Retíralos y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
4. Sirve y disfruta
Sirve los buñuelos calientes, adornados con perejil fresco o cilantro si deseas.
Son perfectos como aperitivo, merienda o acompañamiento. Puedes servirlos con tu salsa favorita: crema agria, mayonesa con ajo o aderezo tipo ranch.
Consejos para que queden perfectos
Elimina la humedad: Asegúrate de escurrir bien las verduras, especialmente si usas calabacín, para evitar que los buñuelos queden blandos.
Combina quesos: Mezclar mozzarella y cheddar da un sabor delicioso y una textura fundente.
Cuida la temperatura del aceite: El aceite debe estar caliente, pero no humeante. Si está frío, los buñuelos absorberán mucho aceite.
Conclusión
Estos buñuelos de verduras con queso son una receta práctica, sabrosa y versátil. Ideales para incluir más vegetales en tu dieta de una manera deliciosa. La próxima vez que tengas ganas de algo salado y crujiente, ¡anímate a prepararlos!