La coliflor es rica en vitamina C, fibra y compuestos antioxidantes que apoyan el sistema inmune. Al freírla, su contenido calórico aumenta por la absorción de aceite, pero sigue siendo una opción nutritiva si se consume con moderación.
El huevo y la harina aportan proteínas y carbohidratos, equilibrando el plato. Las especias suman no solo sabor, sino también beneficios digestivos y antiinflamatorios.
Para disfrutarla de manera más saludable, acompaña la coliflor frita con ensaladas frescas y evita repetir muchas porciones. Es un platillo perfecto para ocasiones especiales, disfrutado con equilibrio.
Conclusión