Raspe suavemente la capa interna blanca y suave de la cáscara de un plátano maduro con una cuchara o un cuchillo sin filo.
Aplique una pequeña cantidad de esta pulpa directamente sobre la verruga.
Cúbrala con una venda limpia o una gasa para fijarla.
Déjela actuar durante varias horas o toda la noche.
Enjuague y vuelva a aplicar a diario.
Este método puede ser más específico y fácil de usar en zonas como el cuello o las axilas. Sin embargo, como la pulpa se seca más rápido que la cáscara, es importante sellarla bien para mantener el contacto con la verruga.