Preparación
En un bowl grande, mezclá la leche tibia, los huevos, la levadura, el azúcar y la manteca derretida. Uní bien hasta que todos los ingredientes estén integrados.
Sumá 3 tazas de harina integral, incorporándola en tres partes para facilitar la mezcla. Revolvé con cuchara de madera o espátula hasta que quede una masa pareja.
Tapá el bowl con un repasador y dejá reposar en un lugar cálido hasta que duplique su volumen (alrededor de 1 hora, dependiendo de la temperatura ambiente).
Una vez que haya levado, desgasificá la masa revolviéndola suavemente con una espátula.
Agregá la última taza de harina junto con la sal y mezclá hasta que esté todo bien unido.
Engrasá tus manos o usá dos cucharas aceitada y formá bollitos. Colocalos en una fuente para horno previamente enmantecada o aceitada, dejando un pequeño espacio entre ellos.
Dejalos levar por unos 25 minutos más.
Pincelá la superficie con una yema batida para que queden dorados al hornearse.
Llevá al horno precalentado a 180 °C y cociná por unos 20 minutos o hasta que estén dorados y cocidos por dentro.