- Limpieza de superficies y quemadores semanalmente.
- Revisar regularmente las mangueras de gas.
- Comprobar visualmente la presencia de cualquier fuga.
- Limpiar o reemplazar los filtros de gases si tu estufa lo requiere.
Conclusión
Limpiar las boquillas de la estufa a gas es una tarea sencilla que puede hacer una gran diferencia en el rendimiento y seguridad de tu cocina. Al mantener estas piezas en buen estado, no solo evitarás problemas de llama débil, sino que también prolongarás la vida útil de tu estufa. Recuerda que la prevención es clave, así que no dudes en realizar este mantenimiento de manera regular. Con estos consejos, tu estufa estará siempre lista para preparar deliciosos platos familiares.