Si las rejas no entraban por completo en la olla, giralas y repetí el proceso en la parte que faltó sumergir.
Consejos para un mejor resultado
Para un acabado brillante y sin residuos de detergente, podés sumergir las rejas en una mezcla de agua y vinagre blanco después de la limpieza.
Si no tenés tabletas de detergente, podés usar bicarbonato de sodio con unas gotas de detergente líquido para lograr un efecto similar.
Evitá productos con amoníaco o cloro, ya que pueden dañar el recubrimiento de las rejas y dejar olores fuertes en el horno.
Para mantener las rejas en buen estado, repetí este proceso cada uno o dos meses y evitá dejar grasa acumulada por mucho tiempo.
Este método permite eliminar la suciedad incrustada de manera sencilla, sin esfuerzo excesivo y con ingredientes accesibles.
¡Probalo y mantené tu horno impecable!
