Sea la manera que sea, comer las patas de pollo te deja además otros beneficios tales como:
Reduce la presión arterial.
Disminuye el estrés.
Equilibra las hormonas.
Mejora el sistema inmunológico.
Rejuvenece la piel por ser fuente alta de colágeno.
Acelera la cicatrización.
Fortalece los huesos y uñas.
Mantiene saludables las encías.
Es rico en colágeno.
Beneficia al estómago.
Aumentan las plaquetas.
Combaten la gripe y el catarro.
Beneficia a quienes están en convalecencia.