Consejos:
Si la mezcla te quedó muy espesa, agregá un chorrito más de leche para afinarla. Si está muy líquida, sumale una cucharada más de avena y dejá reposar unos minutos.
Usá bananas bien maduras: cuanto más negras estén por fuera, más dulces y sabrosos van a salir los crepes.
Para una versión dulce, podés acompañarlos con miel, dulce de leche, yogur natural, mermelada sin azúcar o frutas frescas como frutillas, duraznos o arándanos.
Si preferís algo salado, eliminá la vainilla y la canela, y probá rellenarlos con queso untable, jamón, palta o vegetales salteados.
Estos crepes también se pueden hacer al estilo panqueques, usando menos mezcla y cocinándolos un poco más gruesos.
Se pueden guardar en la heladera por 1 o 2 días, y calentarlos en sartén o tostadora antes de servir.
Si querés congelarlos, separalos con separadores o film entre cada uno y guardalos en un recipiente hermético.
Con esta receta tenés una base saludable y versátil para variar todos los días.
Rica, fácil y lista en pocos minutos, perfecta para toda la familia.
 
					