Las máscaras faciales han sido un elemento básico para el cuidado de la piel por mucho tiempo. En esta ocasión, puedes preparar una cortando un tomate en X en la parte superior; luego colócalo debajo de agua tibia que este corriendo.
Cuando la piel se haya soltado; despégala y quítale las semillas; debes de triturar el resto. Una vez que obtengas una pasta, aplícalo en tu rostro y deja que repose en tu piel por una hora antes de retirarlo. Si lo deseas, puedes añadirle pepino, avena o yogurt natural.
3. Lavado de cara con zumo de tomate
Mezcla una cucharada de zumo de tomate con un poco de zumo de limón; un par de gotas; y luego procede a frotarlo sobre la cara. Deja que actúe por 5 minutos y retíralo con agua tibia.