6. Regula los niveles de azúcar en sangre y previene la diabetes
La diabetes y los desequilibrios de azúcar en la sangre se vuelven comunes con la edad. Se ha demostrado científicamente que los clavos:
 Regulan los niveles de azúcar en la sangre al mejorar la sensibilidad a la insulina.
 Prevenir los picos repentinos de azúcar en la sangre, lo que reduce el riesgo de diabetes tipo 2.
 Apoyar la salud pancreática, asegurando la producción adecuada de insulina.
7. Mejora la salud de la piel y reduce los signos del envejecimiento
El envejecimiento afecta la elasticidad, la hidratación y la producción de colágeno de la piel. Los antioxidantes del clavo ayudan a:
 Reducir las arrugas y las líneas finas al combatir el daño de los radicales libres.
 Mejora la hidratación de la piel, haciendo que la piel luzca joven y radiante.
 Combate el acné y las manchas, gracias a sus propiedades antibacterianas.
8. Alivia el dolor articular y reduce la inflamación
La artritis y el dolor articular son problemas comunes relacionados con la edad. Las propiedades antiinflamatorias del clavo ayudan a:
 Aliviar el dolor y la rigidez de las articulaciones, mejorando la movilidad.
 Reduce la inflamación en el cuerpo, previniendo afecciones crónicas como la artritis.
 Fortalece los tejidos conectivos, manteniendo las articulaciones sanas y funcionales.
Cómo incorporar el clavo a tu rutina diaria
Método sencillo:
 Tomar dos clavos de olor cada mañana con el estómago vacío.
 Mastícalos lentamente para obtener la máxima absorción de sus propiedades medicinales.
 Bebe un vaso de agua tibia después para ayudar a la digestión y aumentar la absorción de nutrientes.