¿Por qué algunas personas se ven más afectadas que otras?

Buenas noticias: no estás solo con este problema. Menos buenas noticias: ciertos perfiles están más expuestos. Corredores de fondo, por supuesto, pero también profesores, enfermeras e incluso vendedores , que pasan todo el día de pie. El sobrepeso también puede aumentar la presión en el talón y debilitar esta zona. En resumen, no hay una sola causa, sino un conjunto de factores que se combinan y acaban haciendo sonar las alarmas .
¿Cómo calmar el dolor a diario?
La clave es actuar rápidamente, antes de que aparezcan las molestias. Los expertos generalmente aconsejan:
- Descanso relativo: no es necesario permanecer quieto, pero sí limitar las actividades que ejerzan demasiada presión sobre los talones (como trotar en asfalto).
- Estiramientos específicos: algunos ejercicios sencillos pueden ayudar a relajar la fascia y aliviar la tensión.
- Plantillas ortopédicas adaptadas: permiten una mejor distribución del peso corporal y reducen la presión sobre el arco del pie.
- Elegir calzado: elegir una buena amortiguación y un soporte firme en lugar de modelos demasiado planos o demasiado rígidos.
En los casos más persistentes se pueden ofrecer sesiones de fisioterapia , siempre con el objetivo de proporcionar alivio y confort en el día a día.