3. Dolores musculares al despertar 🥴
El aire frío constante sobre tu cuerpo mientras duermes puede tensar tus músculos. Lo más común es que al día siguiente te levantes con dolor de cuello, hombros o espalda… sin haber hecho ejercicio. ¡Cuidado si el ventilador apunta directo hacia ti!
4. Sequedad ocular 👁️
¿Duermes con los ojos entreabiertos? Entonces el ventilador puede estar causando irritación ocular sin que lo sepas. Ese aire constante seca la humedad natural de tus ojos, provocando enrojecimiento o sensación de arenilla al despertar.
✅ ¿Cómo evitar estos efectos sin dejar de usar tu ventilador?
Porque sí, es posible disfrutar del frescor sin afectar tu salud. Aquí van algunos consejos prácticos que sí funcionan:
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Activa el modo oscilante para que el aire no esté fijo sobre tu cuerpo.
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Usa temporizador, si tu ventilador lo permite, para que se apague después de un par de horas.
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Limpia las aspas regularmente, al menos una vez por semana, para evitar que el polvo se disperse en el aire.
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Ubícalo lejos de ti. Que esté en la habitación no significa que deba apuntarte directamente.
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Agrega un humidificador si notas que el ambiente se reseca demasiado.