Gracias a su acción antibacteriana, el ajo ayuda en el tratamiento o prevención de muchas enfermedades comunes:
1. Gripe y resfriados
Estimula el sistema inmune y combate virus y bacterias que causan infecciones respiratorias.
2. Infecciones de garganta
Gracias a su acción antiséptica, alivia el dolor, la inflamación y mata los gérmenes causantes.
3. Infecciones urinarias
El ajo elimina bacterias como E. coli y P. mirabilis, responsables de muchas infecciones urinarias.
4. Problemas digestivos
Combate bacterias como Helicobacter pylori y favorece la salud gastrointestinal.
5. Infecciones de piel
Aplicado como aceite o cataplasma, elimina bacterias que causan acné, heridas infectadas, hongos y dermatitis.
6. Candidiasis
Aunque es un hongo, el ajo también posee acción antifúngica, ideal para infecciones por Candida albicans.
¿El ajo puede reemplazar a los antibióticos?
No completamente, pero puede ser una excelente opción complementaria o preventiva. En infecciones leves o recurrentes, el ajo puede actuar como primera línea de defensa, evitando el uso innecesario de antibióticos. Sin embargo, en infecciones graves o crónicas, siempre debe consultarse a un profesional de la salud.
Experiencias y testimonios
Muchas personas en todo el mundo han utilizado el ajo como tratamiento natural con resultados positivos. Por ejemplo:
- 
En África, es común usar ajo para tratar infecciones estomacales y diarreas. 
- 
En la India, se mezcla con cúrcuma y miel para tratar resfriados persistentes. 
- 
En América Latina, es un ingrediente habitual en remedios caseros para gripe y dolor de garganta. 
 
					