EL TAMAÑO DE TU DRAMA, ES PROPORCIONAL AL TAMAÑO DE TU EGO.

Aprendo lentamente que a veces, no decir nada, lo dice todo.
Aprendo lentamente que reaccionar ante cosas que me molestan, le dan poder a alguien sobre mi y sobre mis emociones.

No puedo controlar lo que hacen los demás, pero puedo elegir cómo reaccionar, cómo lo manejo, cómo lo percibo y cuánto de ello me lo tomo personal.

Aprendo lentamente que la mayor parte del tiempo, estas situaciones no dicen nada sobre mí y mucho sobre la otra persona.

Aprendo que todas estas decepciones están ahí para enseñarme a amarme y me servirá de escudo.

Aprendo que aunque reaccione, no cambiará nada, no hará que la gente me quiera y me respete de repente, no cambiarán mágicamente sus mentes.

A veces es mejor dejar ir las cosas, dejar ir a la gente, no luchar por el cierre, no pedir explicaciones, no perseguir las respuestas y no esperar que la gente entienda desde donde tú lo ves.

Aprendo lentamente que la vida se vive mejor cuando no la centras en lo que pasa a tu alrededor y la centras más bien en lo que sucede dentro de ti.

Trabaja en ti mismo, en tu paz interior y te darás cuenta que no reaccionar a cada pequeña cosa que te molesta es el primer ingrediente para vivir una vida feliz y saludable.

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