Los cálculos amigdalinos no siempre requieren tratamiento; a veces, incluso desaparecen por sí solos. Si los cálculos amigdalinos no causan síntomas evidentes, es posible que no sea necesario el tratamiento. Sin embargo, si experimenta molestias o mal aliento persistente, existen varias opciones de tratamiento disponibles:
- Autoextracción : Puede intentar extraer los cálculos con cuidado en casa usando un hisopo de algodón o haciendo gárgaras con agua salada para desalojarlos. No utilice objetos afilados ni puntiagudos, ya que podría dañarse las amígdalas. Este método solo se recomienda si sabe lo que hace.
- Gárgaras medicinales : Los enjuagues bucales o gárgaras antimicrobianos pueden ayudar a reducir la acumulación de bacterias y prevenir el desarrollo de cálculos amigdalinos.
- Irrigadores bucales : estos dispositivos se pueden utilizar para limpiar las criptas de las amígdalas y eliminar cualquier residuo atrapado.
- Extirpación quirúrgica : en casos graves, donde los cálculos amigdalinos causan infecciones recurrentes o molestias significativas, su médico puede recomendar una amigdalectomía, que implica la extirpación de las amígdalas.
Remedios caseros para los cálculos amigdalinos