Historia de las Fechas de Caducidad de los Alimentos
La historia de las fechas de caducidad de los alimentos se remonta al siglo XX, cuando surgió el concepto de datación abierta como una forma para que los fabricantes comunicaran la frescura y calidad de sus productos. Esta práctica cobró impulso en Estados Unidos en la década de 1970, a medida que los grupos de defensa del consumidor impulsaban una mayor transparencia y estándares de seguridad alimentaria. Sin embargo, la falta de regulación federal dio lugar a una disparidad de leyes estatales y directrices voluntarias, lo que resultó en prácticas variadas y, en ocasiones, contradictorias. Con el tiempo, la industria alimentaria se ha esforzado por estandarizar el etiquetado de la fecha de caducidad, pero aún persisten inconsistencias.
La diferencia entre Consumir preferentemente antes de/antes de vs. Consumir preferentemente antes de vs. Vender antes de
Los términos “consumir preferentemente antes de/antes de”, “consumir preferentemente antes de” y “vender antes de” tienen implicaciones específicas:
“Consumir preferentemente antes de/antes de” indica la fecha en la que se espera que el producto tenga el mejor sabor, textura o calidad general. No es una fecha de seguridad, y el alimento puede seguir siendo seguro para el consumo después de esta fecha, aunque su calidad puede disminuir. La fecha de caducidad es la última fecha recomendada para el uso del producto mientras se encuentra en su mejor estado de calidad. Se suele usar para productos perecederos que pueden echarse a perder rápidamente. A diferencia de la fecha de caducidad, esta fecha puede tener implicaciones para la seguridad alimentaria.
La fecha de caducidad es una fecha que utilizan los minoristas para gestionar su inventario. No está destinada al consumo y no significa necesariamente que el producto sea inseguro o de mala calidad después de esta fecha. Los consumidores deben usar su criterio en cuanto a la calidad y la frescura.
Cuándo desechar alimentos
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