Preparación paso a paso
- Preparar el caramelo: En una sartén, derrite azúcar a fuego medio hasta obtener un caramelo dorado. Vierte inmediatamente en el fondo del molde, cubriendo bien la base.
- Mezclar los ingredientes del flan: En un bol, bate suavemente los huevos con el azúcar. Añade la leche y la esencia de vainilla. Mezcla sin hacer demasiada espuma.
- Verter y hornear: Vierte la mezcla sobre el caramelo. Lleva al horno en baño María (baño de agua caliente) a temperatura media durante unos 50-60 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, este salga limpio.
- Enfriar y desmoldar: Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera por al menos 4 horas. Para desmoldar, pasa un cuchillo por los bordes y voltea con cuidado sobre un plato.
Consejos de la abuela
- Usa leche fresca, si es posible, para un sabor más auténtico.
- No batas demasiado fuerte los huevos, así evitarás burbujas y conseguirás una textura más lisa.
- El punto del caramelo es importante: ni muy claro (poco sabor), ni muy oscuro (amargo).
Un postre que nunca pasa de moda
El flan de vainilla es ideal para cualquier ocasión: desde un domingo familiar hasta una cena especial. Servido frío, con un toque de nata montada o unas frutas frescas al lado, siempre resulta un éxito.
Conclusión
El Flan de Vainilla de la Abuela es más que un postre: es un recuerdo hecho dulce. Con cada cucharada, revive esos momentos en la cocina donde el tiempo parecía detenerse, y el aroma a vainilla llenaba el hogar. Una receta que nunca falla y que merece seguir viva en nuestras cocinas.