9. Rodaja de tomate y vaselina para piel seca.
Modo de uso: Toma una rodaja de tomate fresco y sumérgela ligeramente en vaselina. Frota suavemente la rodaja de tomate por todo el rostro durante 2-3 minutos. Deja actuar durante 10-15 minutos y luego enjuaga con agua tibia. Úsalo de 3 a 4 veces por semana para obtener mejores resultados.
Beneficios: La vaselina retiene la humedad, dejando la piel firme y suave. La vitamina C y el licopeno del tomate reducen la decoloración y la opacidad, dando a la piel un brillo radiante. 10. Rodaja de tomate y aceite de oliva para una piel radiante:
Modo de empleo: Toma una rodaja de tomate fresco y sumérgela en unas gotas de aceite de oliva. Masajea suavemente tu rostro con movimientos circulares durante 2-3 minutos. Deja actuar durante 10-15 minutos y luego enjuaga con agua tibia. Úsalo 3-4 veces por semana para una piel radiante y luminosa.
Beneficios: El aceite de oliva nutre e hidrata la piel, dejándola suave y flexible. Esta combinación combate las arrugas, repara la piel y realza su luminosidad natural.