Un régimen vitamínico específico puede ayudar.
Una deficiencia de magnesio, vitamina E u omega-3 puede agravar la retención de líquidos. Estos nutrientes influyen en la circulación y la permeabilidad vascular. Antes de usar cualquier suplemento, consulta con tu médico o farmacéutico.
Automasaje con aceites esenciales: un ritual de bienestar
Masajea tus pies con un aceite vegetal (de almendras dulces, coco, etc.) mezclado con unas gotas de aceite esencial de menta o ciprés. Haz movimientos circulares desde los dedos de los pies hasta las pantorrillas. Esto estimula la circulación y alivia la tensión.
Reduce tu dieta
Reduce el consumo de alimentos muy salados, procesados, alcohol y cafeína, que favorecen la retención de líquidos. En su lugar, opta por alimentos ricos en fibra, agua (pepino, sandía) y potasio (plátanos, espinacas) para favorecer tu sistema circulatorio.
Infusiones drenantes: sencillas y efectivas
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