5. Ombligo grande: fuerza silenciosa
Un ombligo prominente suele indicar un temperamento seguro, firme y casi protector. Sabes lo que quieres y avanzas con calma pero con seguridad. Eres un líder nato e inspiras a los demás con tu determinación y optimismo.
Te seguimos a ciegas porque eres fiable y motivador. Eres como una vieja locomotora robusta : no necesariamente la más rápida, pero siempre en camino a su destino, y sin descarrilar jamás.
6. Ombligo poco profundo: hiperempatía
Un ombligo poco profundo suele asociarse con una alta sensibilidad emocional. Sientes intensamente lo que experimentan los demás, como si sus emociones se convirtieran en las tuyas. Esta cualidad te convierte en un confidente ideal, capaz de escuchar sin juzgar.
Tu amabilidad es encantadora y atrae a la gente de forma natural. Eres el tipo de amigo al que llamas a medianoche sin dudarlo, porque sabes que estarás ahí, así de simple.
¿Y tú, qué clase de ombligo tienes?

Por supuesto, estas descripciones se basan en creencias populares y no están respaldadas por estudios científicos. Pero ofrecen una oportunidad divertida para conocernos mejor, para reflexionar sobre lo que nos define… o incluso para pasar un buen rato con amigos.