Además de la bromelina, la piña es rica en vitamina C, que contribuye a la producción de colágeno, esencial para mantener las articulaciones fuertes. También contiene manganeso, un mineral crucial en la formación de huesos sanos y en el metabolismo de los tejidos conectivos.
No se trata de magia, sino de los beneficios reales de una fruta que, consumida de forma regular y natural, puede apoyar la salud articular sin efectos secundarios. Aunque cada cuerpo reacciona diferente, incorporar piña a la alimentación puede ser un complemento ideal para quienes sufren dolores crónicos de columna o articulaciones.
Hoy, mi abuela no solo camina; también baila lentamente con nosotros en reuniones familiares. Y todo comenzó con una simple fruta: la piña, un regalo de la naturaleza que le devolvió calidad de vida.