Uno de los aspectos más conocidos del limón es su riqueza en vitamina C. Esta vitamina es esencial para fortalecer el sistema inmunológico, prevenir resfriados y mejorar la cicatrización de heridas. Beber agua de limón de manera habitual es una manera natural y económica de aportar antioxidantes al cuerpo, los cuales combaten los radicales libres responsables del envejecimiento prematuro y de diversas enfermedades.
La vitamina C también estimula la producción de colágeno, fundamental para tener una piel más firme, elástica y luminosa. Así, el agua de limón no solo beneficia la salud interna, sino que también contribuye a la belleza exterior.
Apoyo a la digestión
El agua de limón es conocida por su capacidad de favorecer la digestión. Al consumirla en ayunas, estimula la producción de jugos gástricos, lo que facilita el proceso digestivo a lo largo del día. También puede ayudar a aliviar la sensación de pesadez después de una comida copiosa, ya que contribuye a una digestión más ligera.
Algunas personas incluso utilizan el agua de limón como remedio casero para reducir la acidez estomacal, siempre que se consuma en cantidades moderadas.
Efecto desintoxicante y depurativo