Los riñones desempeñan un papel vital en el mantenimiento de los niveles de tiamina. La presión arterial alta, a menudo relacionada con una dieta alta en sodio y rica en alimentos procesados, puede dañar los riñones, acelerando la pérdida de nutrientes. Los problemas renales en etapa temprana suelen pasar desapercibidos, contribuyendo silenciosamente a la deficiencia de tiamina.
Otros factores, como la exposición a metales pesados, problemas intestinales crónicos (como el síndrome del intestino irritable o la diarrea frecuente) e incluso el envejecimiento (que reduce la acidez estomacal), pueden afectar la capacidad del cuerpo para absorber o utilizar la tiamina eficazmente.
La salud cerebral es más que una vitamina
Si bien la tiamina es clave, es solo una parte de una base nutricional más amplia que favorece la salud cerebral. Otros nutrientes importantes incluyen: