1. Elección del Suelo
Drenaje: Asegúrate de que el suelo esté bien drenado y sea rico en materia orgánica.
Enriquecimiento: Puedes añadir compost o humus de lombriz para mejorar la calidad del suelo.
2. Riego Adecuado
Frecuencia: Riega las plantas regularmente, pero evita el exceso de agua, ya que puede provocar pudrición de raíces.
Humedad: Asegúrate de que el suelo esté húmedo pero no encharcado.
3. Luz Solar
Exposición: Las plantas de tomate, pimiento y pepino necesitan al menos 6 horas de luz solar directa al día.
Ubicación: Colócalas en un lugar donde reciban suficiente luz.
4. Poda y Soporte
Poda: Poda las ramas secas o enfermas para fomentar un crecimiento saludable.
Soporte: Proporciona soportes como estacas o jaulas para que las plantas crezcan rectas y no se rompan bajo el peso de los frutos.