La dermatóloga explica que los puntos rubí se pueden eliminar, además, con la garantía de que los que se quitan no vuelven a aparecer. “El mejor tratamiento para eliminarlos son los láseres vasculares, como el PDL o el KTP, que permiten quitar muchos en una misma sesión, garantizando que no quedan marcas ni cicatrices asociadas al tratamiento. Además, el paciente puede incorporarse a su rutina el mismo día en que se realiza la terapia”.