Olvídate del agua sola. En su lugar, cocina las papas a fuego lento en caldo o leche. Esto les da sabor directamente mientras se cocinan.
Coloque las papas en una olla, cúbralas con caldo (o una mezcla de caldo y leche) y cocínelas a fuego lento, sin que hiervan rápidamente, hasta que estén tiernas (aproximadamente 15 a 20 minutos).
Escurre la mayor parte (pero no todo) del líquido y reserva aproximadamente 1/4 de taza para hacer puré.
Añade la mantequilla, el líquido reservado y la nata. Tritura hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
Condimentar con sal, pimienta y cualquier ingrediente adicional como ajo asado o cebollino.
Consejos para servir y almacenar:
Sírvalo inmediatamente caliente y cremoso. El puré de papas tiende a endurecerse al enfriarse.
Para mantenerlo caliente antes de servir, coloque el recipiente sobre una olla con agua hirviendo a fuego lento (estilo baño María).
Guarde las sobras en un recipiente hermético hasta por 3 días en el refrigerador.
Calentar suavemente con un chorrito de crema o leche para aflojar la textura.
Variantes:
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