¿Por qué esta ilusión óptica nos deja tan perplejos?

Este tipo de ilusión funciona con un simple truco psicológico: a nuestro cerebro le gusta tomar atajos. Escanea la imagen rápidamente, identifica patrones familiares y completa los detalles faltantes basándose en suposiciones. Así, cuando algo se camufla hábilmente, se vuelve casi invisible para nuestras mentes ágiles.