¿Lo más gracioso? El perro no está escondido en absoluto. Está ahí, sentado a plena luz del día; su pelaje marrón se mezcla a la perfección con las ramas. ¡El camuflaje de la naturaleza en su máxima expresión!
¿Crees que puedes superar al espectador promedio? Respira hondo, mantén la vista alerta y pon a prueba tu capacidad de observación. Y si al final pides una pista… no te preocupes, no estás solo.
Porque a veces, incluso un perro que se esconde a plena vista puede desaparecer por completo cuando la naturaleza decide jugarle una mala pasada a tus ojos.