La buena noticia: se puede vivir con una cadera desgastada.
No es necesario esperar a sentir un dolor intenso para actuar. Un diagnóstico temprano puede ralentizar la progresión del desgaste y mejorar la calidad de vida.
Algunas soluciones sugeridas son:
Alivio del dolor
Ocasionalmente, tome paracetamol o antiinflamatorios, siempre según las indicaciones de un profesional de la salud.
Muévase… pero con cuidado.
Actividades sugeridas: natación, ciclismo, caminar regularmente en terreno llano.
Las sesiones de fisioterapia ayudan a fortalecer los músculos alrededor de la cadera y a mantener una buena movilidad.
Aliviar la presión sobre la articulación
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