Pasos inmediatos para solucionar el problema
Desconecte el congelador: comience siempre desconectando el electrodoméstico de la fuente de alimentación por seguridad.
Retire todos los alimentos: guárdelos en una hielera u otro congelador para evitar que se echen a perder.
Descongele el congelador: Deje la puerta abierta y deje que el hielo se derrita naturalmente. Para obtener resultados más rápidos, puede colocar recipientes con agua caliente dentro o usar un secador de pelo a baja temperatura, manteniéndolo a una distancia segura.
Limpie y seque el interior: Limpie el congelador con una toalla para eliminar cualquier resto de agua o escarcha.
Revise las juntas y los respiraderos: Asegúrese de que la junta de la puerta selle correctamente y que los respiraderos estén despejados para que el flujo de aire sea uniforme.
Reinicie el congelador: Vuelva a enchufarlo, ajuste la temperatura a la temperatura recomendada (alrededor de -18 °C o 0 °F) y deje que se estabilice antes de volver a llenarlo.
Prevención de la acumulación de hielo en el futuro
Evite dejar la puerta del congelador abierta durante períodos prolongados.
No llene demasiado el congelador; deje espacio para que circule el aire.