En una relación estable: Puede ser una muestra de cariño, un recordatorio de intimidad o una insinuación juguetona.
En un ambiente casual o desconocido: Si ocurre con alguien que apenas conoces, podría ser un gesto atrevido y debe interpretarse con precaución.
Cómo responder a este gesto
Si una mujer recibe este gesto y lo encuentra agradable, puede corresponder con una sonrisa o sosteniendo la mano del hombre con más firmeza. Si, en cambio, no se siente cómoda, simplemente puede retirar su mano con naturalidad.
En conclusión, rascar la palma de la mano es una forma sutil de expresar atracción. Sin embargo, como con cualquier lenguaje corporal, es importante prestar atención al contexto y a la respuesta de la otra persona.
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