Para quienes creen en la interpretación espiritual de la naturaleza, la lagartija puede ser vista como un mensajero que te invita a hacer una pausa y reflexionar sobre los cambios en tu vida. Se dice que su presencia te anima a adaptarte a nuevas circunstancias, recordándote que, al igual que ellas, debes ser ágil, flexible y capaz de soltar lo que no te beneficia. ¿Estás experimentando un momento de transición? Quizás la visita de una lagartija es un recordatorio de que todo cambio puede ser para bien.
La sabiduría del desapego
En el mundo animal, las lagartijas son conocidas por desprenderse de su cola cuando se sienten amenazadas, un mecanismo de defensa que les permite escapar de los depredadores. Esta habilidad también se ha convertido en un símbolo metafórico: la lagartija te enseña a liberarte de aquello que te detiene o te causa daño, ya sea una situación, relación o incluso emociones negativas. Su visita podría ser una señal de que es momento de soltar el pasado y avanzar hacia nuevas oportunidades.
Una visita beneficiosa
Más allá del simbolismo, las lagartijas son verdaderos aliados dentro de tu hogar. Al alimentarse de insectos como mosquitos, moscas y arañas, estas pequeñas criaturas ayudan a mantener tu espacio libre de plagas sin la necesidad de recurrir a productos químicos. Así que, la próxima vez que veas una lagartija paseándose por tus paredes, en lugar de asustarte o querer sacarla, considera que su presencia podría ser más que un simple accidente: tal vez está allí para equilibrar la naturaleza de tu hogar y ofrecerte una mano amiga en el control de plagas.
